MIS HISTORIAS - My stories

FLORENCIA 2014

BASÍLICA DI SANTA CROCE.

Cuando la ves a lo lejos te sorprende la magnifica fachada.

Y cuando te a cercas, ves sus mármoles de colores que dan forma y vida a la historia.

y cuando entras, la ves austera sin grandes alardes.

pero miras arriba y te sorprendes

y su arte te envuelve

y su patio de atrás te da tranquilidad y descanso

y cuando te vas no puedes dejar de mirar de nuevo a la fachada

y el ambiente de la plaza te sorprende

FLORENCIA 2014

GALERÍA DE LA ACADEMIA.

El primer día de nuestra visita a Florencia decidimos ir a ver al DAVID de Miguel Ángel. Mucho habíamos escuchado de la estatua y estábamos expectantes, nerviosos.

y apareció la obra del artista y nos quedamos sin palabras.

no llegábamos a entender como de un trozo de mármol podía salir tanta belleza

como se podía reflejar tanto en una mirada pétrea.

medidas perfectas

cuerpo perfecto.

PISA 2014

Hicimos lo típico. Lo que hacen todos los turistas.

Aterrizamos en el Aeropuerto de Pisa y antes de ir a Florencia decidimos bajar a la ciudad. Y era una ciudad normal, atravesada por un rió.

Preguntamos por la Torre y nos dijeron que fuéramos a la Plaza del Milagro (Piazza dei Miracoli) y, al llegar, el milagro se produjo de nuevo.

Impresionante monumento, desafiante, mirando a la tierra y, miles de turistas intentando sujetar la Torre en sus fotos.

FLORENCIA 2014

Puente Vecchio. Viendo pasar el tiempo. Cuanta historia en un viejo puente.

¿Realmente existen estas vistas?

Y la grandiosidad del hombre aparece en la oscuridad.

Puesta de sol" La Albufera" - Valencia - ESPAÑA

Realmente son estas pequeñas cosas, a 20 kilómetros de casa, lo que merece la pena de ver.

Sentado en el sofá, viendo como la enfermedad corroe a este país nuestro, necesitaba buscar algo que me levantara el animo.

Solo a 20 kilómetros. Y de repente, como en una película, aparecen los que mantienen una ilusión. Una nueva vida que empiezan en pareja.

Y todo lo demás no importa.

Y disfrutan de su viaje en barca, tranquilos, sin pensar en lo que les rodea.

No quieren oír ruidos de guerras, de bombas. De llantos de los que no pueden. No quieren oír las mentiras de los que prometen y están sucios hasta las entrañas.

Paz en el agua, soledad, silencio.

Y todos se bañan del sol que cae.

Enamorados, fotógrafos, gente normal.

Y tratan de olvidar, de dejar atrás lo que les encoje el alma.

Y la belleza les inundan.

Cuando el sol cae, aparecen las sombras de los que están y no se lo han querido perder. Y por un momento lo consiguen y miran al sol que cae y creen que cuando desaparezca, la esperanza volverá a nacer.

Y solo con una puesta de sol necesitamos creer que tanta belleza, simple y diaria, se puede ver en todos los sitios de este maldito mundo.

ISLAS BALEARES.

Valencia

Todo estaba preparado, el viaje iba a empezar.
La noche lo envuelve todo, es tarde.
Zarpa, boga, navega, qué más da, la aventura comienza.

El barco sigue su rumbo, sin pausa, ajeno a los sueños que dentro de sus entrañas empiezan y acaban.
La gente expectante

Primera parada: "MAIORICA"

Y la Catedral de Santa María de Palma de Mallorca nos da la bienvenida.

Y el dinero se huele, el lujo no se oculta.

Y desde el castillo de Bellver, el Señor de la isla vigila para que todo vaya bien.

Y el amanecer en el puerto continúa con paso firme, con el amarillo como actor principal.

Y el faro siempre trabajando, sin fiestas, sin días libres, sin cansancio,…

Y el Señor de Bellver sigue en lo alto, vigilando que todo continúe sin sobresaltos. Parecen pequeñas sus posesiones pero, todo le pertenece.

Y el practico ayuda.

Y el turista navega.

Y nosotros, seguimos nuestra singladura hasta nuestro nuevo destino.

Y el faro continua ayudando, sin fiestas, sin dias libres, sin...

"Minorica"

Y llegamos a "Minorica".

Es la hora de comer. Y el mar azul mece nuestra llegada.

Y la costa a nuestra izquierda y la casa en lo alto del acantilado nos dan la bienvenida.

Casa sin alma, sola, abandonada.

Y las torres que la defendía de los intrusos, llenas de orgullo, enseñando su posición. A cada lado de la entrada.

Y otra vez la ayuda. Barco grande, ayuda pequeña. Barco pequeño, ayuda grande.

Y la puerta siempre cerrada pues ya no entra nadie y, el símbolo en lo alto.

Y otra vez el lujo al lado del mar.

Puerto

Y la entrada al puerto se aparece.

Y la isla del Rey en el medio, con su basílica derruida y el antiguo hospital militar.
Y el abandono de nuestro legado.

Y otra vez el Hombre.

Y el barco a punto de atracar.

Y desde lo altyo todo parece de juguete, miniaturas muy reales.

Y el color verde.

Y el drenaje continua en el puerto, la vida sigue.

Esperando nuevos grandes barcos, nuevos turistas.

Mahon

Y el rey nos da la bienvenida y pide nuestro vasallaje.

Y la catedral imponente, en lo alto del mundo.

Y los arcos siguen impasibles el devenir de los días, meses, años.

Y la noche se apodera de la ciudad y de nuestras almas.

Y los reflejos juegan con las estrellas.

Y el reloj da las nueve, construido en Londres y orgulloso de ser el primero de la isla.

Y el rojo fuego aparece.

Y la noche continua.

Y la barca duerme, tranquila, en el medio de cualquier sitio.

Y la calle solitaria, sigue sola, esperando.

Cala Mesquida

Y el día despunta y se buscan nuevos paisajes, calas solitarias donde percibir, donde sentir la soledad.

Y la torre de “sa Mesquida” lista para seguir haciendo su trabajo, observando y preparada para rechazar ataques.

Y las gaviotas vuelan.

Y lo que antes era construcción de guerra, ahora es el marco que nos enseña el edén, el paraíso, la tranquilidad.

Y la arena, el grandioso mar y la lengua de tierra.

Y la playa.

Y la soledad anhelada.

Y las explosiones de color en el camino.

Y flores majestuosas, con miradas altivas, al cielo, buscando su luz, lo que le da vida.

Fortaleza de la Mola

Y la Fortaleza de Isabel II o la Mola. Siempre dispuesta a cumplir su obligación de defensora de la isla.

Y su situación estratégica.

Y en frente la Torre de Sant Felipet y el mar azul.

Y sus muros inexpugnables.

Y te cuentan historias de muertes por fusilamiento, de honor, de disciplina, de cárcel, de presos políticos.

Y se sienten las almas.

Y se siente su historia, y se perciben sus grandes batallas.

Y se ven marcos naturales enseñando el camino.

Y los vestigios del pasado entre sus paredes.

Y los cañones listos para defender su tierra.

Con su grandeza.

su corazón.

sus nervios.

Y sus rincones ocultos.

Castillo de San Felipe

Poco queda de su esplendor pero su historia se siente entre sus ruinas.

Y la vida se ve desde sus muros.

Fortalezas que antaño eran insustituibles, divisando el horizonte, esperando. Y el Rey que ordeno su destrucción se remueve en su tumba suplicando el perdón.

Y las galerías subterráneas de esta fortificación te hablan, te impregnan de sentimientos ocultos.

Y sientes el relinchar de los caballos en sus cuadras.

Y la luz te muestra la vida y las sombras la muerte.

Y los largos pasadizos.

Y el lugar de muerte donde se siente el sufrimiento.

Y te enseñan la puerta que dejó de cerrar.

Y como vigilaba la ensenada, eslabón de defensa principal de la isla.

ANTES

AHORA

Y SIEMPRE

Y la Torre de Sant Felipet, fortín de defensa, derruido y levantado, con mas de 200 años de orgullosa labor.

Y te estremeces en el lugar de descanso de esas almas perdidas.

Y te sientes orgulloso del viejo cañón, desafiante, siempre listo.

FIN

XVII Festival del Viento

Playa de La Malvarrosa (VALENCIA)

26-27 Abril 2014

Son cosas que ya no se hacen.

Recuerdo con nostalgia la construcción de mi primera cometa. Fue en el colegio hace ya muchos años, curiosamente en Barcelona.

Recuerdo el perfecto ensamblaje de las cañas, el fuerte nudo de unión y luego, ese papel de seda con colores chillones para que se pudiera ver en la distancia.

Era nuestra obra, nuestro “GADGET” como se dice ahora, sin baterías, ni cables, sin joystick, solo una larga cuerda, una explana para correr, la ilusión de unos niños y, sin duda el gran protagonista, el viento.

La preparación era perfecta. Miradas de complicidad y el que más corre de todos, tira de la cometa pensando que pasaría si no tuviera fuerza suficiente para sujetarla y saliese volando junto a ella.

Poco a poco se eleva, y empieza a hacer giros inexplicables, parece que se va a estrellar pero, otro giro acrobático y, se eleva, se eleva buscando el mejor espacio para jugar con el viento.

Y recuerdo nuestras miradas de niños al cielo, ¡lo conseguimos!, ¡nuestra primera cometa vuela de verdad!, la más elegante, la más ágil, la mejor del mundo.

Ahora los padres las compran ya hechas pero, existen unos niños grandes que todavía creen en la magia de la construcción de sus propias cometas. Creen en el trabajo en equipo.